Nuestra misión como escuelas católicas pertenecientes a la Congregación Hermanas Pobres Bonaerenses de San José fundada por la Madre Camila Rolón, consiste en educar integralmente a la persona humana, iluminados por el Evangelio y animados por el carisma Josefino, para que se descubra hija amada del Padre que tiene un proyecto para su vida.
Brindando… una educación de calidad basada en un ambiente evangelizador que promueva una cultura del encuentro, al estilo de la familia de Nazaret. Porque creemos que quien se sabe amado se desarrolla plenamente aportando un don único para el bien común.
Identificándonos principalmente con…los valores de nuestro Padre San José, silencio, oración, sencillez, laboriosidad, ambiente de familia, confianza en la Providencia y, como nuestra fundadora, amparando, asilando y acogiendo toda pobreza y desamparo.
Queremos que nuestra escuela viva el espíritu de la familia de Nazaret, amándonos como miembros de un mismo cuerpo, siendo misioneros del Padre; que los valores cristianos sean el distintivo de nuestros egresados trabajando en el proyecto institucional el respeto, la solidaridad, el compromiso y la responsabilidad, así como una formación académica que los prepare para el estudio y el trabajo siendo capaces de afrontar los desafíos de una sociedad en constante cambio. Para ello nuestro proyecto educativo, por un lado, está en clave de pastoral, fortaleciendo cada proyecto pedagógico desde esta dimensión a fin de enriquecer y acrecentar la identidad. Por otro lado, se incorporan las TICs como mediadoras del aprendizaje implementando la plataforma virtual. Representantes Legales, Directivos y Docentes, responsables de la puesta en marcha de estos proyectos, encuentran en esta institución un espacio y herramientas para la capacitación permanente que se gestionan con recursos públicos y privados. El desafío del Equipo de Conducción es motivar a todo el equipo docente a actualizarse e implementar las TICs paulatinamente.
Queremos una escuela como una organización que aprende de lo que hace, especialmente de los errores, desde una postura de apertura al cambio. La escuela como una comunidad de aprendizaje donde existen vínculos de colaboración, autonomía y participación responsable, donde los integrantes compartan intereses comunes, busquen ayudarse unos a otros, creen conocimientos en forma colaborativa, y afiancen su sentido de pertenencia.
Queremos una escuela que continúe valorando la diversidad como una oportunidad a través de la cual se trate de construir armonía para crecer, implementando proyectos de inclusión educativa y acompañamiento terapéutico, en contacto con profesionales y trabajando en red con otras instituciones.